Tribuna Abierta
A EH Bildu desde la cercanía
* En representación de 282 firmantes-militantes de la izquierda abertzale, por MAOLO RODRIGEZ Y AITZIBER ANTIA
- Viernes, 7 de Junio de 2013 - Actualizado a las 05:22h
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HACE mucho tiempo que el convencimiento de poder construir una
Euskal Herria con un modelo de sociedad diferente al que imponía la
sociedad patriarcal, nos llevó a militar y simpatizar en la izquierda
abertzale. En un principio en HB hasta la actual EH Bildu, aportando en
mayor o menor medida siempre nuestro granito de arena. Lo seguimos
haciendo, convencidos de ser la opción política más acorde a nuestra
ideología.
Son muchos años durante los que venimos defendiendo, luchando y
reivindicando políticas sociales encaminadas hacia la verdadera
igualdad entre mujeres y hombres. Cada uno de nosotros desde nuestro
espacio político, sindical, público o privado. Somos conscientes de que
hay un larguísimo y durísimo recorrido todavía por hacer que tendrá
muchos días alegres y por desgracia muchos tristes. Las grandes cosas se
componen muchas veces de detalles aparentemente insignificantes y
negar en este aspecto concreto, hoy en día, la implicación de muchos
padres/hombres en las tareas domesticas y cuidado de los hijos es un
sinsentido. Es algo obvio que vemos a nuestro alrededor a diario. Un
cambio notorio nada gratuito en una generación diferente. Falta mucho
pero se ha avanzado. Tenemos ejemplos como los alardes mixtos de Irun y
Hondarribia que eran impensables años atrás y hoy los vemos -la gran
mayoría- dentro de una normal convivencia entre géneros.
No podemos, en cambio, pasar por alto esta lacra y asesina
violencia machista, el maltrato psicológico y la violencia doméstica.
Términos y actitudes que no tienen cabida ni en nuestra cabeza ni en
nuestra sociedad y que por desgracia constituyen los episodios más
negros y dolorosos de ese camino a recorrer.
Hoy nos toca y así lo creemos, posicionarnos en el debate
existente en la sociedad vasca referente a la Iniciativa Legislativa
Popular (ILP) que puede marcar otro gran avance en ese sentido. La Ley
de Corresponsabilidad Parental presentada en el Parlamento de Gasteiz
por la asociación de padres y madres separados de la CAV, Kidetza, nos
parece que marca un precedente. En ningún caso, en ninguno, defendemos
la custodia compartida impuesta ni obligatoria. Algunos lobbies
y políticos lo pregonan interesadamente con el único propósito de crear
confusión entre la ciudadanía vasca. Muy al contrario, en la propuesta
de Kidetza esa opción ni se menciona ni se considera válida.
La Ley de Corresponsabilidad Parental presentada en el Parlamento por Kidetza marca un precedente
Como simpatizantes y militantes, pedimos a EH Bildu que apoye la propuesta de ley de Kidetza
Como simpatizantes y militantes, pedimos a EH Bildu que apoye la propuesta de ley de Kidetza
Creemos que debería de ser la opción custodia compartida la
preferente a optar por el/la juez siempre que sea lo mejor para el
menor. Siempre que se cumplan los requisitos recogidos en la propuesta
de ley de Kidetza y de extremada importancia para que ningún progenitor
pueda ejercer poder de veto sobre el otro, tal y como ocurre con la
legislación actual, lo cual es motivo de numerosos y graves conflictos
después de la separación/divorcio al verse un progenitor vetado de poder
ejercer ese papel por parte del otro. Y para rebajar esa tensión
existente sería adecuado potenciar los puntos de mediación familiar.
Por un lado está el derecho del menor a poder relacionarse en
igualdad de condiciones con ambos progenitores. Derecho este, que
tendría que estar por encima de los intereses que puedan esgrimir tanto
unos como otros a la hora de enfrentarse a un final de su relación en el
que los hijos se convierten en una herramienta de chantaje que nada
tiene que ver con salvaguardar los intereses del propio menor. Todos
conocemos casos sangrantes de padres a los que la separación o el
divorcio les supone, de un día para otro, la desaparición automática de
la vida de sus hijos. Muchos afrontan esta nueva situación sumergidos en
profundas depresiones e impotencia -prácticamente en la ruina
económica- por perder toda relación con ellos, convirtiéndose en
acompañantes por horas y viéndose privados de participar en los aspectos
más básicos para un normal desarrollo del menor como puede ser llevarle
al médico, a la ikastola, bañarle, ayudarle en las tareas escolares,
participar en la reuniones escolares, en definitiva seguir ejerciendo de
padre aunque no conviva con la madre. Si lo hacen en los periodos
vacacionales escolares del menor, ¿por qué no pueden hacerlo durante el
resto del año?
Todos conocemos también que, aunque la sociedad evolucione y
se palpe en ella este cambio de mentalidad, muchos cafres machistas van a
seguir anclados en modelos de vida que nos recuerdan a nuestra niñez y
que hemos conocido en primera persona en muchos de nuestros hogares. Por
eso mismo apostamos por cambiarlo. A estos y estas no va a haber ley
actual ni futura que les cambie el 'maravilloso mundo' de a mesa puesta,
ropa limpia y planchada, y 'de los niños te encargas tú que tengo
partida en la 'soci' o fútbol en el bar'. Van contracorriente. Pero,
esta ley, pensamos, permitirá seguir ejerciendo de padres a aquellos que
siempre lo han hecho, querido y demostrado.
Por otro lado, está el tema de avanzar hacia una verdadera
igualdad entre hombres y mujeres, dentro y fuera de casa. Con las tareas
domésticas y con la responsabilidad/obligación de ejercer de
padres/madres, entre otros muchos aspectos. El derecho del menor tiene
que ser una obligación de los progenitores. El cambio de modelo de
sociedad que desde nuestra militancia y desde nuestros ideales políticos
y personales siempre hemos reivindicado, propugna la inserción de la
mujer en el mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres
así como la inserción del hombre en las tareas domesticas -no solo en el
cuidado de los menores- acabando con el rol machista de que la
hembra cuida de la casa y de los hijos, mientras el varón se encarga de
la economía que sustenta a la familia, y únicamente de eso. En la época
prehistórica el hombre salía a cazar y la mujer cuidaba de los hijos
mientras preparaba lo cazado. ¿Aptitudes milenarias en pleno siglo XXI?
Tanto hombres como mujeres son capaces sin ningún género de duda, de
realizar las diferentes tareas que conllevan el día a día tanto fuera
como dentro de casa. La mujer desde el punto de vista personal y
progresista no puede resignarse a afrontar ella sola la carga de la
custodia exclusiva de los menores después de una separación/divorcio y
tiene que poder desarrollar y rehacer su vida el día después con total
libertad e igualdad o, por lo menos en la misma proporción que el otro
progenitor en ámbitos sociales, educativos, laborales ocio, etc. Es su
derecho y nuestro trabajo hacerlo efectivo. Tenemos que romper con los
planteamientos simplistas que atribuyen a la situación de la mujer un
único factor, los deseos de dominación masculina y tienden a presentar a
la mujer y a los hombres como dos naturalezas blindadas y opuestas: las
mujeres víctimas, los hombres dominadores.
Y por último está la importancia de desarrollar una ley vasca
que marque la diferencia -a pesar de que no es para todo Euskal Herria- y
avanzar en el autogobierno que venimos reclamando como leitmotiv de
nuestra ideología política. Es verdad que algunas comunidades del Estado
español como Catalunya, Nafarroa, Aragón, País Valencià y pronto Murcia
y Galiza ya cuentan con sus propias leyes de corresponsabilidad
parental sumémonos al carro y tengamos nuestra propia ley vasca de
corresponsabilidad parental.
Por creer en un cambio de modelo de sociedad, por una política
de igualdad eficaz y progresista pedimos, como militantes y
simpatizantes de la izquierda abertzale, que EH Bildu apoye en el
Parlamento de Gasteiz la propuesta de ley de corresponsabilidad
parental presentada por Kidetza.
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