Tribuna Abierta
Democracia en estado de shock
Justo Saenz Iñiguez - Jueves, 25 de Julio de 2013 -
Los últimos años del franquismo y el
periodo de la transición fueron una etapa ilusionante y participativa
con el objetivo de conseguir un estado democrático y social.
Ilusionante y participativa porque se realizó con el debate y
participación real de todos los grupos sociales y políticos que supieron
dialogar y llegar a acuerdos en beneficio de toda la sociedad y por
encima de intereses partidarios.
Con el objetivo de conseguir un Estado social porque se
recogieron los derechos básicos de la persona como pueden ser el derecho
al trabajo, a una vivienda digna, a la igualdad, a la educación, a la
sanidad…
Un Estado democrático basado en la separación de poderes y un
sistema institucional y representativo basado en la voluntad de los
ciudadanos, diseñado con el objetivo de prestar unos mejores servicios a
éstos, reconocer las nacionalidades y diferencias territoriales.
Hoy España es un proyecto desesperante y con futuro incierto
para una parte importante de los ciudadanos que, además, ven a los
políticos como un problema grave para la sociedad del que no saben cómo
deshacerse y soportan con resignación.
Hoy los ciudadanos no tienen ningún cauce efectivo de
participación. La prueba la tenemos en la ILP contra los desahucios, que
a pesar de contar con 1.500.000 votos con firma, ha sido tirada a la
papelera. O la ILP de custodia compartida en Euskadi que, a pesar de
tener el apoyo de más de 85.000 firmas, las instituciones forales, los
ayuntamientos más importantes de Euskadi, el Parlamento Vasco, el fiscal
jefe y el Ararteko, está teniendo todo tipo de trabas posibles por
parte de dos partidos políticos de izquierdas, que sin hacer caso a la
voluntad popular ni a la de sus bases, ni negociar absolutamente nada
con los proponentes, ya tienen tomada la decisión política de votar en
contra. Con el agravante de que estos partidos han votado a favor de la
custodia compartida como norma preferente en otras comunidades autónomas
y Juntas Generales o ayuntamientos en un caso, y en la CAV y Navarra en
otro.
Es decir, por encima del interés de los menores o de la
sociedad, se superponen los intereses políticos puntuales de estos
partidos. La participación pues se limita a votar a unos partidos que
después, o incumplen su programa o son incapaces de llegar a acuerdos
entre ellos para sacar adelante el país. Y, en cualquier caso, las
demandas de los ciudadanos o la democracia participativa es algo que a
algunos les molesta. Y como ejemplo palmario el veto del Parlamento
Vasco a que Kidetza presentara y defendiera la ILP, pese a que el
reglamento así lo recoge.
Los derechos sociales básicos recogidos en la Constitución,
como el derecho a una vivienda digna, al trabajo, educación, sanidad...
son papel mojado.
El modelo institucional del Estado de las autonomías ha
fracasado para convertirse en muchos casos en un reino de taifas, o en
nichos de clientelismos políticos que se manifiestan un día sí y otro
también con casos de corrupción.
El sistema de representación actual ha servido para que
algunos partidos se conviertan en grandes empresas donde colocar a su
clientela a costa del erario público y utilicen las instituciones a
veces de forma legal y otra menos transparente para financiarse.
De otra parte, la separación de poderes es una ficción, con
una justicia que el ciudadano percibe que está al servicio del gobierno
de turno y favorece a las clases altas.
La separación de poderes es una ficción, con una justicia que el ciudadano percibe que está al servicio del gobierno
Es urgente profundizar en los sistemas de participación política de la sociedad y en los mecanismos de control social
Es urgente profundizar en los sistemas de participación política de la sociedad y en los mecanismos de control social
Para poner la guinda tenemos una jefatura del Estado salpicada
por escándalos y que ya es puesta en tela de juicio por la clase
política y la sociedad.
Este es un diagnóstico bastante real de la democracia actual
en España, compartido por la mayor parte de los ciudadanos y que los
políticos se niegan a reconocer públicamente, porque demuestra una
situación de shock de nuestro sistema democrático.
Pero esto si tiene salida y pasa por volver al espíritu de la
transición, para hacer una reforma profunda de la Constitución con la
colaboración de todas las fuerzas políticas y movimientos sociales en
igualdad de condiciones y sin exclusiones.
Reforma que pasa por estructurar España en un Estado federal
solidario, eliminando aquellas instituciones que duplican competencias o
son innecesarias, así como redimensionando las existentes a la realidad
actual y a las necesidades de la sociedad.
Cambio que debe contemplar una reforma profunda de la ley electoral y de la participación de la sociedad en la política.
Una ley que contemple que cada voto vale lo mismo y por tanto
no prime el bipartidismo. Una ley en la que se introduzcan las listas
abiertas, un proceso de primarias para elegir los candidatos y una
limitación en los mandatos.
Un desarrollo legal que equipare en derechos y obligaciones a
la clase política con el resto de los ciudadanos y regule de forma
clara, transparente y razonable su salario y la financiación de los
partidos políticos.
Es urgente profundizar en los sistemas de participación
política de la sociedad y en los mecanismos de control social a la
actividad política.
Se debe modificar la ley de ILP contemplando la posibilidad de
que las iniciativas legales populares puedan ser defendidas en igualdad
de condiciones que las presentadas por el Gobierno o los grupos
parlamentarios porque tienen como mínimo la misma legitimidad
democrática. Es por ello que se debe incorporar la figura del escaño o
escaños de carácter transitorio que permitan defender los proyectos de
ley ILP a los proponentes.
Un proyecto que tenga como eje fundamental el reconocimiento y
defensa de los derechos sociales y políticos de los ciudadanos, así
como el ejercicio de la política como una función social al servicio de
dicho objetivo.
Euskadi tiene competencias para iniciar parte de este
proyecto. El Parlamento Vasco puede aprobar el proyecto de ley por
iniciativa popular de custodia compartida presentado por Kidetza,
favoreciendo la participación de la entidad proponente en su
tramitación. Puede modificar la ley vasca de ILP creando el escaño 76
para estos casos y puede modificar la ley electoral vasca reconociendo
las lista abiertas, la limitación de mandatos y las primarias. Todo es
cuestión de ser conscientes de la realidad sociopolítica y de voluntad
real de profundizar en democracia.
* Presidente de Kidetza
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