- Casi cuatro de cada diez separaciones terminan de mala manera, sin diálogo ni consenso.
- La complicada coyuntura económica invierte los papeles y provoca separaciones de parejas en la que el hombre pierde el trabajo y la mujer logra mantenerlo.
- Las desavenencias entre los progenitores provoca que algunos menores acaben en los servicios de psiquiatría infantil.
La crisis económica no ha conseguido contener las separaciones y
divorcios, que aumentaron un 1,6% a lo largo de 2013. Y lo que es más
grave, siguen creciendo los divorcios conflictivos: de las 4.723
separaciones registradas el año pasado, en el 37,2% de los casos (1.756)
no fue posible el consenso.
El tramo mayoritario de edad de las parejas
que se divorcian es el comprendido entre 35 y 45 años, con un promedio
de uno o dos hijos.
Estas son las cifras que maneja la Federación de
Euskadi de Madres y Padres Separados-Kidetza, que advierte sobre la
urgencia de aprobar en el Parlamento vasco una Ley de Custodia
Compartida. Se trata de la situación legal mediante la cual, en caso de
separación matrimonial o divorcio, ambos progenitores ejercen la
custodia legal de sus hijos menores de edad, en igualdad de condiciones y
de derechos sobre los mismos. Un objetivo largamente perseguido en el
tiempo por Kidetza, pero que el Parlamento vasco lleva dilatando años.
Aunque en un primer momento la crisis frenó la separación de muchas
parejas que prefirieron optar por seguir viviendo bajo el mismo techo
ante la imposibilidad de buscar dos alquileres, al final los divorcios
siguen creciendo. "Vivir juntos estando divorciados tiene fecha de
caducidad. Es una bomba de relojería que al final termina por estallar",
alerta Julia Rodríguez, psicóloga de Kidetza y encargada de atender a
los menores.
La dificultad de acceder a una vivienda tras la separación ha aumentado
de forma importante los contenciosos con el objetivo de quedarse una de
las partes con el uso del hogar conyugal. La complicada coyuntura
económica también ha invertido los papeles y provoca separaciones de
parejas en la que el hombre pierde el trabajo y la mujer logra
mantenerlo.
Fondo de garantía
El drama al que Rodríguez tiene que hacer frente de forma más habitual
es el de los menores. "Los niños son la parte más débil del proceso.
Algunos pueden acabar en psiquiatría infantil, otros se convierten de
mayores en unos tiranos. A veces son utilizados y manipulados en los
procesos de divorcio".
La puesta en marcha de un fondo de garantía social para impagos de
pensiones, el impulso de los alquileres sociales, y el apoyo a los
programas preventivos de las agrupaciones con experiencia y trayectoria
acreditada en la materia son otras de las medidas planteadas por
Kidetza, organización presidida por Justo Sáenz. En el caso del Fondo de
Garantía Social para los casos de impago de las pensiones alimenticias,
la iniciativa ya recibió en 2008 el visto bueno unánime del Parlamento
vasco. Los casos de impagos se han duplicado en los últimos años debido a
la crudeza de la crisis.
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