Tribunales
Padres a cientos de kilómetros de sus hijos
Los guipuzcoanos Martín Bilbao y
Carlos Vaquero luchan en los tribunales para obtener la custodia
compartida de sus respectivos hijos, residentes en Alemania y Barcelona
junto a sus madres
10.01.14 - 17:20 -
ARANTXA ALDAZ | SAN SEBASTIÁN |
Martín Bilbao y Carlos Vaquero se conocen de bien poco,
pero lo suficiente como para saber que comparten la última parte de sus
vidas: desde hace varios años luchan por la custodia compartida de sus
hijos, que residen a cientos de kilómetros de Gipuzkoa, junto a sus
madres a quienes los jueces dieron la custodia. Los dos han explicado
esta mañana sus casos en la sede de Agipase, la asociación guipuzcoana
de padres y madres separados, acompañados por el psicólogo Antonino
Machancoses.
Martín Bilbao es un padre guipuzcoano, separado de una
mujer alemana con quien tuvo un hijo cuando la familia residía en
Mutriku. Al divorciarse, la madre decidió irse a su país natal con el
menor, que entonces tenía tres años y medio. Según ha relatado esta
mañana, en una primera sentencia del Juzgado de Eibar, el juez denegó
esta posibilidad y estableció un régimen de visitas. En marzo del año
pasado, la Audiencia Provincial de Gipuzkoa sentenció a favor de la
madre que partió a Alemania con el pequeño en agosto. Martín puede ver a
su hijo una vez cada dos meses, un mes de vacaciones de verano, Semana
Santa y una semana en Navidad, «un régimen de visitas incomprensible»,
que obliga al menor a desplazarse hasta Mutriku cada vez, ha relatado.
El guipuzcoano ha recurrido esta sentencia ante el Tribunal Superior.
Quiere la custodia compartida y que el pequeño se críe en Gipuzkoa, al
entender que beneficia a su hijo. «De golpe y porrazo a mi hijo le han
quitado su arraigo, porque él ha nacido en Gipuzkoa, se ha criado en
Gipuzkoa, iba a la ikastola, tenía sus amigos», relata.
Carlos Vaquero reclama a la Justicia la misma solución, la
custodia compartida de su hijo, un niño de cinco años que nació en Irun,
pero que su madre se llevó a Barcelona a los 17 meses, ha contado.
Acusado de malos tratos, de los que fue exculpado posteriormente por los
tribunales, la mujer recibió la autorización judicial para marcharse
con el bebé, de quien tiene la custodia. El procedimiento de denuncia se
cerró «tres semanas después» de la sentencia que decidió la custodia de
su hijo, «una injusticia» que ha condicionado su vida. Carlos tiene
derecho a ver a su hijo los fines de semana y en vacaciones de verano.
El problema es la distancia. «La realidad es que voy cuando puedo,
porque no tengo dinero para ver a mi hijo. ¿Por qué no puede mi hijo
estar con su padre en iguales condiciones. ¿Eso es justicia?», se
pregunta. El lunes tiene la vista en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa
tras su solicitud de custodia compartida.
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